La mayoría de niños que se benefician de los servicios que ofrece la fundación Puro Corazón viven en extrema pobreza. Algunos son huérfanos o niños abandonados y otros son hijos de madres solteras. Incluso hay pequeños que viven con sus abuelos u otros familiares quienes no cuentan con los medios para brindarles lo necesario. Lamentablemente su situación es tan precaria que comer saludablemente o tener un par de zapatos se considera un lujo.